domingo, 3 de enero de 2016

En Galapagar ha habido un asesinato. La víctima: la democracia. El ejecutor: el Alcalde Daniel Pérez con la complicidad del PP.

Me apetece marcarme un Rivera y un Iglesias, argumentar mi artículo de opinión con un gran filósofo, por ejemplo Rousseu pero sin haber leído ningún libro de él. Y pensarás querido/a lector/a ¿por qué quieres hablar de este filósofo ilustrado? pues porque quiero hablar de democracia y de participación.

Hace unos días hemos tenido la llamada “fiesta de la democracia” que es cuando el pueblo va a votar sus representantes para ver qué hacen los próximos 4 años y así volver a ser llamados por éstos para otras votaciones. Aunque viendo los resultados seguramente en 2016 tengamos que volver a votar unas elecciones generales.

Yo soy un mal llamado, representante. No me gusta eso de representar al pueblo. Lo siento, quiero ser sincero. Yo soy un demócrata radical, no porque sea una especie de talibán, sino porque voy a la raíz de la palabra. Creo que el pueblo es propietario del poder, por lo tanto recae sobre sus individuos y colectivos. Creo que los cargos públicos deben gestionar el día a día, pero el pueblo, que desde el 78 es mayor de edad, debe decidir sobre los asuntos trascendentales que le afectan mediante consultas o referéndums y tener medios participativos para proponer las medidas que crean necesarias.

En 40 años de “democracia” en Galapagar la participación ha sido uno de esos temas ausentes en la política local. No fue hasta 1992 cuando se aprobó un reglamento de participación pero que con el tiempo fue olvidado. Era un reglamento que recogía derechos como el de la información, a preguntas de cualquier vecino en el pleno y el derecho al uso de los locales públicos. Otro hito en la escasa política participativa fue en 2001 con la aprobación del consejo sectorial de La Navata, similar a las juntas vecinales de Madrid. Su recuperación y puesta en funcionamiento en otros barrios es un compromiso de Galapagar en Común - IU. Estos dos reglamentos fueron eliminados por el PP en 2012, vaya a ser que la nueva etapa que abría el 15M los sacará del cajón y Galapagar se llenará de democracia participativa y real.

Durante el resto de años no se ha hecho más que la metodología participativa del “tú a tú”, como expuso el PP en Noviembre de 2015.  Este método se basa en decir qué quieres y qué necesitas a los concejales. Y si les apetece, te escuchan, pero de decidir o proponer, nada. Los políticos galapagueños se han relacionado con sus vecinos/as desde el partenalismo y la verticalidad que dan los despachos.

Como representante institucional de una organización que cree en la participación como forma de desarrollar la democracia, defendí en Noviembre una moción para empezar una política participativa en Galapagar. El objetivo es desarrollar reglamentos para unos presupuestos participativos, la Iniciativa Legislativa Popular local, una especie de “Galapagar.decide”, una oficina de participación, preguntas del pueblo en el pleno, que las hojas de firmas tengan un valor de presión y recoja aportaciones, quejas, propuestas, etc. vecinales. No salió con los votos en contra del PP y la abstención de C’s.

Es importante tener presente que cuando un gobierno impide la participación del pueblo, nuestra amada democracia es escasa. Pero cuando oculta, ningunea y niega a la oposición, ésos, mal llamados representantes del pueblo, entonces ya no hay democracia sino despotismo, autocracia, tiranía, absolutismo y un largo etcétera de adjetivos que vienen a decirnos que el poder recae sobre una persona y sus colegas.

En esta legislatura el PP quiere abrir una nueva etapa en la vida política galapagueña: la de la dictadura frente a la democracia. Como no quiero parecer el típico político que repite la palabra democracia como si berrease, paso a exponerles que ha pasado, siempre desde mi punto de vista. Demos la posibilidad a defensa, ya que otros no la dan.

Después de las elecciones de este año, parecía que la búsqueda del consenso marcaría la política municipal, pues la posición minoritaria del PP iba encaminada a un gobierno dialogante y abierto. ¡Qué alegría! por fin se iba a hacer política con mayúsculas.
Pero el PP ha optado por la confrontación, atacando a la oposición, como si hiciera oposición a la oposición. ¿Por qué? porque no tienen programa ni proyecto para Galapagar y los grupos opositores si. En vez de escuchar y trabajar las propuestas que se están ofreciendo, las están ninguneando.

Según el PP y el Alcalde Daniel Pérez, ninguna propuesta de la oposición es vinculante. NINGUNA. Quieren tenernos de floreros en el pleno y que no molestemos a sus señorías.
La oposición ha aprobado mociones como trabajar para un nuevo colegio San Gregorio, cesión de espacio públicos a las asociaciones, un puente sobre el río Guadarrama en Colonia España, un camino vecinal en Parquelagos, un plan de lucha contra la pobreza energética, etc. pero que nada de ello va a ser ejecutado, porque se niegan a ejecutarlo.

Así que la oposición decidimos presentar enmiendas a los presupuestos para revertir los recortes y los caprichos, destinar este dinero a política social, a las personas y las propuestas que nos habían hecho llegar. No es el mejor método, pero ante la falta de presupuestos participativos se hizo lo mejor posible.
Pero el Alcalde, asestó el último golpe a la maltrecha democracia e impidió presentar las enmiendas. ¿Por qué? porque se recortaba en sueldos políticos y cargos políticos un 20% respecto a la propuesta del PP.

Ahora empieza una etapa dura en Galapagar, con unos presupuestos prorrogados por culpa del PP que no quiere bajarse el sueldo para destinarlo a inversión social, sin participación y con una oposición ninguneada pero que va a pelear hasta el último aliento.
El 12 del 12 a las 12 cientos de vecinos y vecinas reivindicaron más democracia y participación, habrá que ver si el PP mira para otro lado otra vez.

No es la primera vez que se suspende la democracia en el municipio, ya en 1999 el entonces Alcalde popular, Eugenio De Pablo, estuvo al menos 8 meses sin convocar plenos porque según él “no había nada interesante que tratar”, pero si entonces y ahora se hubiese permitido al pueblo proponer y lanzar iniciativas, hubiera habido temas interesantes que tratar.

Hagamos un minuto de silencio por nuestra amada democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario