domingo, 17 de enero de 2016

¿CAPITAL O PERSONAS? LA DISYUNTIVA POLÍTICA

Harold, es un personaje de ficción que vende muebles en su tienda-fábrica de Noruega. Su familia inició el negocio hace siglos hasta que un día abren un Ikea frente a su pequeño negocio. Él creé que va a resistir, sus productos están a años luz en calidad y duración que los de Ikea, que son de mala calidad y duran poco pero a diferencia de los Harold, son baratos.
Entonces todo va mal y Harold cierra su negocio, ante la pérdida de todo lo que tiene decide suicidarse, pero en ese momento cambia de idea y se propone secuestrar al gran jefe de Ikea, Ingvar Kamprad para que diga públicamente en los medios que “Ikea es una basura”.
Es una historia de ficción pero que tiene más de realidad que de ficción. ¿Cuántos pequeños negocios se han visto engullidos por estos gigantescos depredadores, aunque el producto de los primeros fuera mejor hasta en calidad precio?

El poder de estas grandes empresas impregnan hasta el mundo político. Hoy se ha publicado una noticia en la que Suecia dejará de reconocer y apoyar el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental porque sino Ikea no puede abrir una tienda en Casablanca, Marruecos, país que ocupa la antigua colonia española. Suecia ha antepuesto los derechos de toda la población de un territorio al interés capitalista de una empresa que le da igual los habitantes del país ocupado o de sus propios compatriotas, que teniendo un pequeño negocio, que levantan con su sudor y esfuerzo, son devorados por el tsunami del producto precario y lowcost. A Ikea solo le importa el balance a final de año y por cuanto se multiplica su capital.

Estas macro empresas con grandes intereses viven un romance con los poderes políticos, en los que estos   protegen los intereses empresariales.
Hoy el ABC nos deja una portada en la que acusa a las confluencias de dejar huir al grupo Wanda de la inversión de reforma del Edificio España en Madrid, por su parte Ahora Madrid acusa al PP. Pero yo me pregunto ¿Si el Grupo Wanda quiere hacer algo ilegal, algo que va contra nuestras leyes, por qué debemos permitírselo? ¿No le estamos diciendo a los catalanes que no puede saltarse la legislación? Es que dependiendo de la cantidad de capital que muevas, la legislación es más o menos flexible.

Hay un asunto que no debemos olvidar.  Cuando el magnate de los casinos aterrizó en España puso unas condiciones que de facto significaba que él iba a ser el “puto amo”. Sheldon Adelson quería leyes a su medida, mientras que en los bares no se puede fumar y los trabajadores tienen unos derechos laborales, en esa aberración llamada “Eurovegas” la legislación sería flexible a los intereses del magnate. Los liberales y conservadores estaban de acuerdo, pero la población no.
Para convencer a la población venden que va a crear miles de puestos de trabajo, se aprovechan de la crisis y el paro, se acepta que haya empleo basura mientras los poderes políticos permiten que esas empresas generen millones de euros de beneficio como resultado de ese empleo precario.
Una cosa que Galapagar ya ha olvidado, es que Sheldon Adelson, necesitaba mucha energía eléctrica, para ello se le iba a comprar a Francia y construir una enorme autopista eléctrica que iba a cruzar España. En ese recorrido estaba Galapagar, poniendo en riesgo la vida humana, la fauna y flora local. En este caso, nuestros conservadores y liberales locales estaban de acuerdo, el capital había hablado y ellos acataban.
Pero cuando Mariano Rajoy no tuvo más remedio que decir que no a Adelson, todo los proyectos cayeron y la línea de muy alta tensión fue rechazada.

No podemos terminar sin hablar de Los Altos de la Navata, ese pueblo que quiere levantar la constructora Ikasa dentro de Galapagar. Más de 2000 personas, 600 viviendas, centro comercial, hípica, colegio privado, casas de lujo y una gran zona verde de lujo, para convencer usan la fórmula de que creará 3500 puestos de trabajo.
Cuando tu municipio tiene cientos de casas vacías, carece de un verdadero plan de desarrollo urbanístico, tienen innumerables deficiencias en infraestructuras y sobretodo después de la burbuja del ladrillo que ha llevado a una crisis salvaje, lo normal sería decir que NO a este proyecto, además de que no supone trabajo de calidad ni indefinidio, no supone un desarrollo sostenible y sobretodo porque va a incidir más en la crisis local, medio ambiental y económica.
Pero el gobierno local ha puesto facilidades, ha apoyado y ayudado a esta empresa, al igual que con el caso Ikea o Eurovegas, mientras la mayoría social trabajadora paga una crisis que no han generado, hay familias desahuciadas y aumenta la pobreza, los gobiernos del capital apoyan a unas empresas y su capital frente a los derechos y la calidad de vida de las personas.

Los políticos conservadores y liberales gobiernan sobre las personas pero fomentan un sistema, el capitalismo, que nunca será justo ni social, solo les importa por cuanto se pueda multiplicar el capital de una minoría privilegiada.

Ellos ya han elegido al capital, nosotros/as a las personas.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena Juan , desgraciadamente contra todo eso nos toca luchar. Yo creo en una economía de libre mercado pero con base y garantías sociales. En España hay que entender una cosa y es lo siguiente: No hace falta crear 5 millones de puestos de trabajo, realmente lo que hace falta es la creación de 500 nuevas medianas empresas. Con ello conseguiríamos un modelo productivo diversificado, sostenible y justo. Así que en mi opinión la base está en la educación y apoyo a futuros empresarios para crear tejido empresarial de valor y calidad.
    Un abrazo y mucho ánimo.
    Hugo.

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    1. Gracias por el comentario Hugo
      Estoy de acuerdo en el apoyo y la formación que sirva de base para crear pequeñas y medianas empresas, a ser posible cooperativas.
      Aunque creo que desde lo público se puede generar también, como proponía Garzón con el Trabajo Garantizado

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  2. Por supuesto me refería a 50.000 empresas :)

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