jueves, 8 de enero de 2015

YO NO TENGO MIEDO Y SE QUIÉN ES MI ENEMIGO

El 7 de Enero de 2015, ayer, nos levantábamos con una trágica noticia: un tiroteo en la sede de Charlie Hebdo en París dejaba como resultado 12 muertos. No era un acto puntual, si no que se debía a un acto terrorista de unos desalmados, unos cobardes, unos asesinos que prefieren que impere su reino del miedo y la venganza antes que el de la paz, la solidaridad, la libertad y la democracia.

Rápidamente en todos los telediarios exponían que eran islamistas, musulmanes, inmigrantes y demás apelativos mientras ponían las imágenes de como remataban a un policía en el suelo al grito de “Alá es grande”. En esos momentos, me acordé de Van Dijk en su libro “El racismo y el discurso de las elites” en el que este autor defiende que las élites son racistas, discriminan y generan división porque ellos marcan las actitudes aceptadas y lo promueven a través de sus medios y el discurso, como ayer pasó en ciertos telediarios.

Ayer no asesinaron unos musulmanes a unos europeos. No. Ayer lo que hubo fue un atentado para promover el odio y el terror mediante un asesinato a manos de unos fanáticos, fascistas, extremistas, terroristas, cobardes y demás apelativos. Su procedencia, su nacionalidad y su lengua materna no nos interesa. Su religión, quizás,  porque pretenden implantarla a punta de pistola. Pero ésto ni engloba ni generaliza a todos los musulmanes, al igual que los del Frente Atlético no representan a la afición atlética cuando asesinaron a dos hinchas de la Real y del  Depor,  o,  ETA tampoco representa a los vascos.

Pero, hay que tener en cuenta que el miedo es un valor que vende hoy, vende en la política y en los negocios ¿Cuántas veces han utilizado a ETA para implantar leyes restrictivas o para desmovilizar manifestaciones o movimientos sociales?¿Cuantas veces han utilizado en EEUU a Al Qaeda para aprobar leyes restrictivas o declarar la guerra? Pero ya no solo las bandas terroristas, sino también:  la inmigración, los asesinatos aislados, etc. Hechos que se usan desde ciertos sectores con una intención electoral y política.

Ayer, el Frente Nacional (partido fascista y que propone expulsar a los inmigrantes de Francia) ganó aproximadamente varios miles de votos. En España partidos como Plataforma per Catalunya o su filial madrileña, Partido por la Libertad, entre otros, acercaron sus tesis (antinmigración y antislam) a cierto sector de la población, que ya de por sí está pasándolo mal con la crisis y que tienen miedo de estos actos fascistas y terroristas, y del  supuesto derrumbe de una sociedad que no está para nada en peligro.

Los extremismos violentos necesitan una sociedad sumida en el miedo para poder controlarlas. Por ejemplo, en los años 30,  Hitler organizó y alentó su odio contra los judíos (y otras minorías como los gitanos) para implantar su ideario, sabía que eran una minoría, por lo tanto débil, fácil de atacar y que no podrían defenderse. Así que les acusó de todos los males desviando la atención de la realidad y así poder controlar la sociedad.

Hoy en día, los herederos del líder alemán de los años 30, utilizan su misma táctica:  acusan a la inmigración de todos los males, sin ser conscientes de que si están en España es porque el capitalismo les necesita. Necesita su mano de obra barata y en condiciones de semi-esclavitud. Necesita que hagan los trabajos que nadie quiere hacer. Que consuman y que paguen impuestos aunque ellos luego no reciban servicios (si no se tiene papeles no se tiene derecho a sanidad o ayudas sociales, entre otras). Pero aun así, estos partidos usan  a los inmigrantes  para conseguir sus fines e implantar su reino del terror y antidemocrático, aunque son conscientes de que sus propuestas sí que son irreales e imposibles de realizar.

Ayer los asesinos fascistas y terroristas querían impulsar una espiral de violencia, que solo beneficia a sus compis fascistas franceses, para alimentar el odio y la violencia que divide a la sociedad francesa y europea.

Yo no tengo miedo, ni sus actos me van a intimidar, como no deberían intimidar a nadie. Al terror se le combate con valentía y pacifismo activo, con la cohesión de toda una sociedad contra los asesinos y los que quieren imponer el reino del terror.


Hoy más que nunca, los musulmanes y los cristianos, los nacionales y los inmigrantes, los ateos y los religiosos, todos y todas debemos luchar juntos.

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